El Ayuntamiento de Bilbao y Petronor, con el apoyo de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), celebraron el pasado 23 de noviembre el debate Construyendo modelos de movilidad urbana sostenible. El encuentro ha sido el anticipo al congreso SUM Bilbao 19 que tendrá lugar en la capital vizcaína en febrero de 2019 y en el que participarán expertos y representantes de ciudades de los cinco continentes.
Por ello, el debate celebrado en la Universidad de Deusto (Bilbao), contó con la participación de ponentes provenientes de la academia, el sector público y el privado, cuyas intervenciones analizaron las oportunidades y desafíos de la construcción e implementación de modelos de movilidad urbana que contribuyan al logro de los objetivos de la Agenda 2030, garanticen la seguridad y el bienestar de la ciudadanía, al tiempo que impulsan el desarrollo económico local. En esta ocasión las intervenciones estuvieron a cargo de Alfonso Gil, Teniente Alcalde y Concejal del área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao; Jordi Hereu, ex Alcalde de Barcelona y Presidente de Idencity; Antonio Masegosa, Responsable de DeustoTech Mobility; Aitor Arzuaga, Director General de IBIL; y Ion Larrañaga, Director del Área de Negocio Automoción de Tecnalia.
Este debate se desarrolló en un momento histórico marcado por la necesidad de las ciudades de adaptarse y afrontar los retos que el cambio climático y el agotamiento de los recursos están planteando. Así, la movilidad urbana sostenible se perfila como el eje clave que permitirá construir ciudades sostenibles más saludables y seguras. En ese sentido, Jordi Hereu destacó que las ciudades son protagonistas del siglo XXI y, como tales, juegan un papel estratégico a la hora de responder a los retos que plantea la sostenibilidad. Así, se puso de relieve la importancia de construir acuerdos y estrategias de colaboración entre actores públicos, privados y ciudadanos que permitan a las ciudades devenir en agentes de soluciones.
Antonio Masegosa, por su parte, destacó el papel que la ciencia y la tecnología juegan a la hora de consolidar ciudades con una movilidad más sostenible. La inteligencia artificial, el Big data, el Internet de las cosas (IoT) y la tecnología en general, en opinión de Masegosa, están creando una transformación en el paradigma de la movilidad que ahora comienza a ser entendida como servicio. El Director General de IBIL, Aitor Arzuaga, añadió que, en todo el proceso de transformación de los sistemas de movilidad convencionales, marcado tanto por la irrupción de nuevas tecnologías como por la electrificación del sistema, las instituciones juegan un papel fundamental para facilitar el despliegue de las infraestructuras requeridas, tales como los puntos de recarga eléctrica de vehículos en el ámbito urbano. También enfatizó en la necesidad de incrementar la pedagogía sobre la irrupción de estos nuevos sistemas con el fin de facilitar su incorporación en la vida cotidiana de las ciudades y de sus habitantes.
La intervención de Ion Larrañaga, a su vez, señaló las transformaciones que se están produciendo en el mercado de la movilidad, así como la importancia de la adaptación de las industrias y empresas a las nuevas necesidades de la movilidad sostenible. En consecuencia, apuntó que la introducción de nuevas tecnologías en la automoción debe contribuir a consolidar sistemas de movilidad conectada, compartida, flexible, bajo demanda y respetuosa con el medio ambiente, siendo “importantísimo que el sector de automoción vasco no pierda las oportunidades que ofrece este cambio”.
Finalmente, Alfonso Gil fue el encargado de cerrar la jornada y en su intervención hizo énfasis en la necesidad que tienen las ciudades de “buscar respuestas ante todas las incertidumbres que plantean los nuevos sistemas de movilidad”, por cuanto “no podemos equivocarnos, las ciudades tenemos que trabajar con perspectiva. Tenemos que tener claro cuál es el camino”. Así, el SUM Bilbao 19 se convierte en un escenario idóneo para el encuentro de actores de diversa índole vinculados al ámbito de la movilidad urbana y, en consecuencia, como una oportunidad para construir respuestas claras que ayuden a las ciudades a afrontar los retos de la movilidad sostenible.