A finales de 2020, la Comisión Europea presentó la nueva estrategia de movilidad sostenible e inteligente, dentro del marco del Pacto Verde Europeo. Éste contiene la hoja de ruta para llegar a una UE totalmente sostenible a través de un plan de acción transversal y holístico. Sus ámbitos de actuación van desde la biodiversidad hasta la movilidad sostenible, pasando por otros elementos como la agricultura y la industria o la acción por el clima.
La transversalidad del plan de acción europeo es la primera característica que salta a la vista; la transformación hacia la Europa sostenible se plantea desde múltiples temáticas, todas ellas interrelacionadas. Específicamente, en el ámbito de la movilidad sostenible, la estrategia destaca tres pilares: la movilidad sostenible, la movilidad inteligente y la movilidad resiliente.
Movilidad Sostenible
Como indica la propia Comisión Europea, “Reducir significativamente sus emisiones es, con creces, el reto más serio al que se enfrenta el sector del transporte” (Comisión Europea, 2020). En este sentido, la nueva estrategia europea muestra cinco puntos para lograr una movilidad sostenible: Acelerar la llegada de los vehículos eléctricos, desde los coches y motocicletas hasta los aviones y barcos; adaptar las infraestructuras para su normalización, desde las carreteras hasta los puertos y aeropuertos; promover la movilidad urbana e interurbana saludable, impulsando particularmente la movilidad ciclista; actuar con fuerza sobre el transporte de mercancías promoviendo el que ya es limpio, como el ferrocarril; y crear incentivos para que los ciudadanos usen modos de transporte sostenibles.
Movilidad Inteligente
La transición tecnológica y digital es la otra gran revolución, junto con la sostenible. Ambas suponen dos de las principales palancas de la estrategia europea de la movilidad. La movilidad inteligente tiene el objetivo de definir el transporte de personas y mercancías desde una perspectiva de innovación tecnológica que permita más flexibilidad, eficacia, sostenibilidad y seguridad. En el caso europeo, se apuesta por la implementación de la multimodalidad automatizada e interconectada, y del uso de la inteligencia artificial y del procesamiento de datos en pro de una movilidad integrada al concepto de ciudad inteligente.
Movilidad Resiliente
La situación pandémica provocada por la COVID-19 ha afectado duramente al transporte, provocando un impacto muy negativo en las empresas de dicho sector, tanto a nivel financiero como operativo. En consecuencia, la Comisión Europea se compromete a reforzar el mercado con inversiones estratégicas como puede ser la Red de Transporte Trans-europeo – Ten-T, por sus siglas en inglés.
Adicionalmente, la Comisión Europea vincula la nueva movilidad resiliente a la justicia social y a la seguridad en el transporte público. De esta manera, se considera necesario diseñar un sistema de transporte público con criterios de asequibilidad, de adaptabilidad a colectivos con movilidad reducida y de seguridad.
El sistema europeo de transporte sostenible debe ser inteligente, flexible y capaz de adaptarse a patrones y necesidades de transporte en constante cambio, sobre la base de avances tecnológicos de vanguardia que proporcionen una conectividad fluida, segura y protegida a todos los ciudadanos europeo.